Al final de un año de arduo trabajo, nuestra empresa organizó un viaje de fin de año a Xi'an como una forma de recompensar a los empleados, aumentar la moral y fortalecer la cohesión del equipo. A través de estas actividades, aprendimos a confiar y apoyarnos mutuamente, rompiendo barreras y fortaleciendo nuestros lazos. El ambiente relajado e informal nos permitió conectarnos a un nivel personal, fomentando un sentido de camaradería que trasciende el lugar de trabajo.